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BREITLING EN EL MUNDO SUBMARINO

EL PRIMER RELOJ DE BUCEO DE BREITLING

En la década de 1950, la demanda de relojes de buceo se intensifica por su importancia esencial para la conquista de los océanos, el buceo profesional en aguas profundas y la exploración científica de los mares. También se encuentran en auge los deportes acuáticos y la navegación recreativa, y los aficionados entusiastas necesitan instrumentos que puedan usar con seguridad en sus emocionantes incursiones bajo el agua.

En 1957, Breitling lanza a la vez dos relojes de buceo pioneros: un modelo que solo indica la hora (Ref. 1004) y un cronógrafo (Ref. 807). Los dos relojes, ambos con la denominación Superocean, encarnan dos maneras de ver los deportes náuticos: la elegante Ref. 1004 va dirigida al hombre que se preocupa por el estilo incluso a la orilla del mar, mientras que el cronógrafo, más deportivo (Ref. 807), apela sin lugar a dudas al buceador avezado que necesita un reloj que aporte rendimiento y fiabilidad.

Aquellos dos Superocean no solo pueden alardear de su hermeticidad al agua hasta 200 m, sino que exhiben también un diseño arrebatador que los distingue de los demás relojes del mercado. Cada detalle está ahí para combinar elegancia y rendimiento, la idea que ha inspirado y caracteriza desde el principio los relojes de Breitling. A partir de su amplia experiencia en la manufactura de instrumentos aeronáuticos de a bordo muy legibles, Breitling maximiza la legibilidad de los Superocean mediante índices horarios circulares y triangulares de enormes dimensiones, que, al mismo tiempo, aportan a la esfera un diseño inédito que abría un nuevo camino.

Breitling logra también dotar de elegancia el bisel rotatorio mediante un vanguardista diseño cóncavo, algo bastante diferente del acostumbrado disco negro plano utilizado para medir el tiempo de inmersión. A fin de asegurar que el Superocean se apoye en la muñeca en posición totalmente plana y cómoda, la caja de acero inoxidable, de 39 mm, muestra un perfil fino con asas alargadas.

Mirando siempre hacia adelante, Breitling, a mediados de los años 60, decide repensar por completo su Superocean, cuando era ya un reloj favorito de buceadores y entusiastas de los deportes náuticos.

EL SUPEROCEAN «SLOW-MOTION»

Partiendo del éxito del primer cronógrafo Superocean (Ref. 807), Willy Breitling busca cómo hacer avanzar técnicamente su reloj para buceadores y presenta un nuevo cronógrafo que permite leer el tiempo de inmersión de manera fácil y segura incluso en profundidades oceánicas extremas.

Dado que un totalizador de minutos sería demasiado pequeño y no podría leerse fácilmente bajo la superficie del agua, Willy Breitling decide que la manecilla principal del cronógrafo sirva para indicar el tiempo de inmersión. Con este fin, Breitling desarrolla un singular calibre de cronógrafo, denominado «Slow Motion», con el cual la manecilla del cronógrafo describirá un giro completo cada hora en vez de cada minuto. El usuario puede así leer el tiempo de inmersión directamente en la manecilla del cronógrafo y la escala de minutos de la esfera, sin necesidad de buscar el totalizador de minutos. El inconveniente está en que de este modo resulta casi imposible saber de un vistazo si el cronógrafo se encuentra o no funcionando, pues la manecilla se mueve demasiado despacio. ¡Y eso puede ser decisivo cuando se está buceando!

Willy Breitling encuentra una solución técnica al problema: desarrolla un indicador de marcha, que irá ubicado en la posición de las 6 horas. Cuando se ha activado el cronógrafo, el indicador de marcha muestra un disco amarillo, que se convierte en negro con un pequeño punto amarillo si el cronógrafo se halla en espera, volviendo a un círculo enteramente negro cuando se restablece el estado inicial y el cronógrafo está detenido. Gracias a esta sagaz particularidad técnica, desaparece el peligro de olvidarse bajo el agua de que el cronógrafo no está en marcha.

EL PRIMER SUPEROCEAN AUTOMÁTICO

En su lanzamiento en 1964, los usuarios de este nuevo cronógrafo Superocean (Ref. 2005) quedan impresionados por la elegancia con que tal complejidad técnica se ve equilibrada por el despojado diseño de la esfera, sin esferas internas, y la audaz caja de acero inoxidable de 43 mm, todo ello pensado ante todo para asegurar la mejor legibilidad posible.

En 1969 llega el lanzamiento del calibre Chrono-Matic, uno de los primeros calibres automáticos de cronógrafo, fruto de un desarrollo conjunto con Heuer-Leonidas y Buren-Hamilton. En este calibre revolucionario, el rendimiento y la funcionalidad de un cronógrafo se aúnan con la comodidad de un reloj automático al que no hace falta dar cuerda todos los días.

Breitling lanza su primer Superocean automatic (Ref. 2105), que incorpora el bisel rotatorio a prueba de agua recién patentado y se aloja en una caja extragrande de 48 mm.

El llamativo colorido de las manecillas y el área naranja del bisel rotatorio, rasgos típicos de los códigos de diseño de los años 70, confieren al Superocean una estética refrescante y dinámica.

EL SUPEROCEAN «DEEP-SEA»

En 1983, Breitling vuelve a internarse en territorio inexplorado al lanzar una reinterpretación extrema de su emblemático modelo de buceo: el nuevo Superocean «Deep Sea» (Ref. 81190).

Mientras que el Superocean de las décadas de 1950 y 1960 puede verse en las muñecas de buceadores avezados tanto como en las de hombres elegantes en el club marítimo, el «Deep Sea», cuya hermeticidad al agua llega hasta los 1000 m, es un modelo nada más que para buceadores que dominen las aguas muy profundas.

Esta impresionante hermeticidad se debe a su dorso de la caja con un escape de helio patentado que, actuando como una válvula, libera el helio acumulado y evita así la explosión del reloj cuando el buceador regresa a la superficie.

Hoy en día, los modelos Superocean y Superocean Heritage aprovechan el rico legado de Breitling en materia de buceo, siendo la perfecta encarnación de dos filosofías diferentes, enfocadas respectivamente al deporte y a otras actividades recreativas de carácter náutico. Y todo ello empezó en 1957 con el alto rendimiento del cronógrafo Superocean Ref. 807 y la elegancia del Superocean Ref. 1004.