

De la década de 1880 a la de 1930
CAPÍTULO 1: LA ERA DE LOS INVENTORES
LA ERA DE LOS INNOVADORES
Capítulo 1
Entrar en el negocio de la fabricación de relojes a mediados de la década de 1880 no fue tarea fácil. En aquella época, Suiza atravesaba los peores momentos de una larga recesión. Pese a las dificultades económicas, el malestar social y la incertidumbre sobre el futuro, un joven Léon Breitling de 24 años permaneció fiel a su visión de crear instrumentos capaces de medir, dividir y, en definitiva, dominar el tiempo.
Así nació Breitling. Con pasión y entusiasmo, tres generaciones de fundadores innovadores (Léon, Gaston y Willy Breitling) sentaron las bases de los relojes precisos, fiables y versátiles que conocemos hoy.
1884
Léon Breitling
Crecer en el epicentro de la relojería, La Chaux-de-Fonds, marcó profundamente al fundador Léon Breitling y lo llevó a iniciar su aprendizaje en el arte relojero. Al finalizar su formación, Léon se dispuso a abrir su propio taller en St. Imier, otra ciudad relojera en las montañas del Jura. Allí puso en práctica el tradicional sistema suizo de fabricación de relojes «établissage», método descentralizado de ensamblaje de relojes, y se especializó en la fabricación de cronógrafos, categoría de relojes que tenía una gran demanda. Con la revolución industrial en pleno apogeo, se necesitaban cronometradores en todos los aspectos de la industria, la ciencia y el deporte. Léon tenía gran interés en satisfacer esta demanda a través de su empresa recién fundada.


El término «Établissage» se refiere a un sistema tradicional suizo de fabricación, donde los componentes clave se obtienen de proveedores externos especializados y luego son ensamblados, terminados y regulados por el relojero o la marca.
1892
Fabricación
Tan solo ocho años después de abrir su taller, Léon trasladó sus operaciones a La Chaux-de-Fonds, su ciudad natal y epicentro de la relojería suiza. En sintonía con el éxito de Léon, Breitling pasó de ser un pequeño taller a una fábrica completa, que permitía la producción industrializada.
1899
Montbrillant
Unos años después de fundar su fábrica, la calle pasó a llamarse «Rue de Montbrillant». Este era un nombre que a Léon le gustaba especialmente, tanto que lo incluyó en el nombre de su empresa en 1899: «L. Breitling, Montbrillant Watch Manufactory».




1914
Gaston Breitling
Con tan solo 54 años, la vida de Léon llegó a su fin, pero la historia de Breitling apenas acababa de comenzar. Gaston Breitling, único hijo de Léon, tomó las riendas de la empresa.
1915
Primer pulsador de cronógrafo independiente
Gastón arrancó con fuerza: hizo realidad la visión de su padre con el lanzamiento del primer reloj que incorporaba un pulsador de cronógrafo independiente a las 2 en punto. Este pulsador se utilizaba para iniciar, detener y reiniciar el cronógrafo, característica cómoda y ergonómica que pronto haría que todo el sector siguiera su ejemplo. El primer cronógrafo con «monopulsador» de Breitling pasó rápidamente a la producción en cadena. El pulsador independiente en los relojes de pulsera debutó cuando estalló la I Guerra Mundial, y su utilidad resultó crucial.


Hasta la I Guerra Mundial, los hombres llevaban reloj de bolsillo. Los relojes de pulsera eran considerados un accesorio de mujer. La ventaja de tener un reloj visible en la muñeca se hizo evidente en el campo de batalla. Meter la mano en el bolsillo del chaleco requería un tiempo que ningún soldado podía permitirse.


1932
Willy Breitling
El hijo de Gaston, Willy, tenía apenas 14 años cuando su padre falleció. Su madre, Berthe, mantuvo la empresa en marcha hasta que, a los 19 años, Willy la convenció de que estaba listo para dirigirla él. Willy demostró ser justo lo que Breitling necesitaba: perspicaz, inventivo y adelantado a su tiempo. Si la suerte viene en oleadas, Willy tenía la rara habilidad de aprovecharlas.


Cada cronógrafo que utiliza el sistema de doble pulsador lleva la huella de tres generaciones de innovación de Breitling.
1937
Huit Aviation: pioneros de los cronógrafos de aviación
Tan solo dos años antes de la II Guerra Mundial, Willy Breitling había sido invitado a presentar su idea sobre un cronógrafo de cabina perfecto ante el Ministerio de Guerra británico. Este acto sentó las bases del vínculo intrínseco de Breitling con la aviación. Un año después, Willy fundó la división Huit Aviation, departamento encargado específicamente de estos instrumentos, que serían cruciales para las fuerzas aliadas en los años venideros. Ejemplo de ello fue el primer cronógrafo de pulsera de aviador diseñado por Breitling, ref. 734, que debutó en el primer catálogo de Huit Aviation de la marca.
Caja Clamshell
El año 1937 no solo marcó un hito en el universo de la aviación; también fue el momento en que Breitling presentó uno de los primeros cronógrafos resistentes al agua y el polvo. El modelo «Clamshell» se caracterizaba por su diseño de caja única en forma de concha fabricado por los hermanos Schmitz. El movimiento tuvo que retirarse del lado de la esfera, dejando menos aberturas en la caja, lo que ayudó a impedir la entrada de agua y polvo. La caja Clamshell duró poco y terminó siendo reemplazada, pero representó el compromiso de Breitling de superar los límites también en el espacio marino.