

Décadas de 1950-1960
CAPÍTULO 3: TIERRA, MAR Y AIRE
TIERRA, MAR Y AIRE
CAPÍTULO 3
Con el auge de la aviación civil en la década de 1950 comenzó una época dorada, en la que los aviones de pasajeros reemplazaron a los transatlánticos y la prosperidad de la posguerra impulsó la navegación de motor y las actividades náuticas de ocio. Para aprovechar estas oportunidades, Willy Breitling diseñó relojes especializados. El Navitimer, un reloj para pilotos, reinaba en los vuelos comerciales con sus funciones de cabina, mientras que el SuperOcean ampliaba los límites submarinos para atender la creciente popularidad del buceo y los deportes náuticos. Estas creaciones reflejan las tendencias cambiantes y la combinación de los conocimientos de Breitling con las demandas de los viajes modernos por tierra, mar y aire.
1952
NAVITIMER
Willy Breitling se propuso desarrollar un cronógrafo de pulsera que permitiese a los pilotos llevar a cabo todos los cálculos de vuelo necesarios, como la velocidad media, la distancia recorrida, el consumo de combustible y la tasa de ascenso. Su idea era adaptar la regla de cálculo logarítmica del Chronomat para el sector aéreo e integrarla en el bisel giratorio, rematado con pequeños salientes para facilitar su manipulación incluso si el piloto llevaba guantes.




Dos años después, la Asociación de Propietarios y Pilotos de Aeronaves de EE. UU. (Aircraft Owners and Pilots Association, AOPA), el club de pilotos más grande del mundo, anunció que el diseño se convertiría en su reloj oficial. Había nacido el Navitimer: su nombre era la contracción entre «navigation» (navegación) y «timer» (temporizador). Este «ordenador de vuelo» sin precedentes de Breitling fue rápidamente adoptado por pilotos de todo el mundo.
El éxito del Navitimer, encargado en su origen por la AOPA y no disponible para el público, convenció a Willy Breitling para incluirlo en el catálogo de la marca. Pronto se convirtió en un elemento de cabina indispensable y en todo un emblema, por no mencionar que ha sido uno de los relojes de pulsera en producción ininterrumpida más longevos de todos los tiempos.
1953
CO-PILOT
Si bien el Navitimer se convirtió en el ojito derecho de los pilotos de aerolíneas, que confiaban en su regla de cálculo computacional, Willy Breitling desarrolló otro cronógrafo para pilotos que hacía hincapié en la legibilidad. Y así se creó el ref. 765 AVI, el «Co-Pilot», un cronógrafo diseñado para ser el acompañante de confianza de todo tipo de aviadores. La esfera sencilla y de fácil lectura con grandes números luminiscentes encarnaba a la perfección los relojes resistentes, fiables y eficientes que eran el sello distintivo del departamento «HUIT Aviation» de Breitling.


1957
SUPEROCEAN
Para celebrar su 25.º aniversario al frente, Willy Breitling centró su atención en el mar, inspirado por los documentales submarinos de Jacques Cousteau y la creciente tendencia del buceo recreativo. Los profesionales y entusiastas del mundillo necesitaban instrumentos submarinos fiables. En 1957, Breitling respondió con el SuperOcean en ediciones con cronógrafo o solo indicación de hora.
Ambos eran herméticos hasta 200 m, un logro notable en aquel entonces, por no mencionar que el SuperOcean ref. 807 fue el primer cronógrafo de buceo. Cada detalle de su estructura garantizaba funcionalidad, legibilidad y seguridad óptimas bajo el agua.
Con esta nueva incorporación, Breitling estaba presente en tierra, mar y aire.
1964
TOP TIME
Willy Breitling lanzó la colección Top Time dirigida a «profesionales jóvenes y activos». Con diseños elegantes, pero poco convencionales, que incluían cajas cuadrangulares y esferas con gráficos, atrajo a hombres y mujeres distinguidos por igual. La colección fue bautizada con un nombre deliberadamente corto, pegadizo y en inglés —Top Time— para poner de manifiesto su energía moderna. El «cronógrafo no convencional» se convirtió rápidamente en un artículo de moda imprescindible, que aparecía en páginas de revistas como Time, Life y Harper's Bazaar. La demanda se disparó a finales de la década de 1960, debida a las proporciones contundentes del reloj y a su estilo elegante. La industria cinematográfica pronto siguió el ejemplo de las revistas y Top Time hizo su aparición en la pantalla grande para afianzarse aún más como objeto de culto.
James Bond, interpretado por Sean Connery, llevaba un «Top Time en la película Operación Trueno de 1965».
MARCEL ROBERT: EL HOMBRE ENTRE BAMBALINAS
Puede que Willy Breitling tuviera la determinación y la visión para transformar la marca, pero no podría haberlo conseguido sin la ayuda de Marcel Robert.
En sus casi 50 años de trayectoria profesional en Breitling, Robert desempeñó un papel fundamental en la gestación de sus innovaciones más importantes, desde la creación del primer pulsador doble patentado hasta el desarrollo conjunto del primer movimiento de cronógrafo automático del mundo en 1969.


DE LOS 70 A LOS 2010
BREITLING: 140 AÑOS EN 140 HISTORIAS
Descubra el legado de Breitling a través de nuestro próximo libro del aniversario: 140 años en 140 historias. El relato recorre nuestros humildes comienzos, desde el modesto taller de Leon Breitling en Saint-Imier hasta nuestra eclosión como una de las marcas relojeras más importantes del siglo XXI.

