Historias
Con motivo de nuestro 140 aniversario, iremos publicando mensualmente relatos que narran las innovaciones más pioneras de Breitling. Estas historias se adentran en las historias jamás contadas que se esconden tras nuestros hitos y narran los avances que transformaron la industria relojera. Cada uno de ellos ofrece una visión de los momentos cruciales que han dado forma a la marca desde 1884.
Chronomat
Chronomat: el primer modelo del renacimiento mecánico
El Breitling Frecce Tricolori fue uno de los primeros cronógrafos mecánicos reintroducidos en el mercado durante el punto álgido de la era del cuarzo. Fue una apuesta muy audaz en un momento en el que se consideraba que los relojes con batería eran el futuro, pero el Frecce Tricolori, lanzado en 1983, cosechó un éxito inmediato.
Parte de su atractivo era su finalidad: fue creado para la temeraria escuadrilla acrobática italiana Frecce Tricolori. La idea era tener un reloj robusto que pudiera soportar las exigencias de la cabina de un avión a reacción, pero también lo bastante elegante para llevarlo con traje formal. El Frecce Tricolori consiguió ese equilibrio gracias a su elegante diseño totalmente de acero.
Un cristal curvado y hundido, combinado con cuatro índices móviles elevados que marcaban los cuartos, protegía el frontal del reloj contra roturas causadas por golpes contra el marco metálico de la cabina (algo que el entonces dueño de Breitling, Ernest Schneider, había observado en su propia experiencia como piloto). Los índices situados en las marcas 15 y 45 podían intercambiarse para leer el tiempo restante o transcurrido, una función característica que aún se mantiene, junto con el brazalete metálico rouleaux y la corona en forma de cebolla.
La popularidad del reloj Frecce propició que Schneider, un año más tarde, lanzara el modelo para un público amplio con el nombre Chronomat. La iniciativa supuso el fin de la crisis del cuarzo y el regreso del cronógrafo mecánico.