

Chronomat
UN RELOJ TODOTERRENO: INSPIRACIÓN TÉCNICA, EJECUCIÓN ESTILIZADA
UN CRONÓGRAFO ESPECIAL PARA LAS FRECCE TRICOLORI
A comienzos de los años ochenta, Ernest Schneider —al frente de Breitling desde 1979— tuvo conocimiento de que el equipo de jets italianos Frecce Tricolori buscaba un nuevo cronógrafo para sus pilotos. El reloj debía ser lo bastante elegante como para llevarse fuera de servicio, pero también lo suficientemente robusto como para soportar las exigencias de una cabina de pilotaje. Además, debía ser mecánico, ya que el equipo de acrobacias aéreas prefería una visualización analógica, algo que ningún reloj de cuarzo ofrecía en aquel momento. Ernest Schneider no quería adaptar un modelo existente: su intención era crear un cronógrafo completamente nuevo, que respondiera a las necesidades del equipo. Como piloto, comprendía la importancia de la legibilidad y la comodidad en la muñeca. Durante las reuniones con el equipo, observaba que el cristal de los relojes golpeaba habitualmente contra el marco metálico al abrir la cabina del avión y sufría daños. ¿Cuál fue su solución? Encastrar el cristal en el bisel y protegerlo con cuatro índices móviles ubicados en los marcadores de los cuartos. Estos índices, junto con el cómodo brazalete metálico tipo «Rouleaux», pronto se convirtieron en rasgos distintivos de la colección Chronomat.




ÍNDICES MÓVILES: FUNCIONALIDAD POLIVALENTE EN ESENCIA
Los índices móviles no solo protegían el cristal, sino que marcaban cada cuarto (0, 15, 30 y 45 minutos). Los situados en las posiciones 15 y 45 podían desatornillarse e invertirse, lo que permitía utilizar el bisel para medir el tiempo transcurrido o como cuenta atrás. Estos elementos aportaban funcionalidad y un aire atrevido al diseño, compensado con una caja compacta de 39 mm y líneas suaves sin aristas, que proporcionaban la elegancia que cabría esperar de cualquier piloto italiano.
1983
EL CRONÓGRAFO «FRECCE TRICOLORI»
En 1983, el equipo recibió el cronógrafo «Frecce Tricolori». Los pilotos reconocieron de inmediato el atractivo de este cronógrafo multifuncional, original y elegante a la vez. La esfera lucía el emblema de la unidad: tres flechas con los colores de la bandera italiana sobre la inscripción «P.A.N frecce tricolori», siglas de la Pattuglia Acrobatica Nazionale.




1984
EL CHRONOMAT
El año 1984 se acercaba rápidamente y, con él, el centenario de Breitling. Para tan importante ocasión, Ernest Schneider deseaba lanzar un nuevo reloj que revolucionara la industria y devolviera el protagonismo al cronógrafo mecánico, demostrando que aún podía conquistar a un público con sensibilidad estética. En una época dominada por los relojes de cuarzo ultrafinos, lanzar un cronógrafo mecánico de presencia contundente fue una decisión arriesgada, pero visionaria. Consciente de que había creado un cronógrafo que reflejaba fielmente la filosofía y el espíritu de la marca, vio en el modelo «Frecce Tricolori» la base ideal para desarrollar una nueva referencia emblemática del universo Breitling.
EL RENACIMIENTO DEL RELOJ MECÁNICO
El Chronomat conservó los elementos de diseño que hicieron de su predecesor un fiel compañero de los pilotos de jets italianos: los inconfundibles índices móviles, la caja de líneas estilizadas y el distintivo brazalete «Rouleaux». Los índices intercambiables en las posiciones 15 y 45 resultaban ideales tanto para misiones de vuelo (tiempo transcurrido) como para regatas (cuenta atrás) y la escala taquimétrica interior permitía calcular la velocidad, lo que convertía al Chronomat en un cronógrafo multifuncional. Se lanzaron ediciones especiales para el mundo náutico y para el equipo Renault de F1. Poco después, Breitling presentó una versión bicolor del Chronomat, con índices móviles, corona y pulsadores en oro, lo que elevó aún más el nivel de sofisticación de este reloj deportivo. Gracias a su estética, deportiva a la par que elegante, el Chronomat logró hacerse un hueco entre deportistas, ejecutivos, actores y trotamundos por igual.




LA EVOLUCIÓN DEL CHRONOMAT
Desde su debut en la década de 1980, el Chronomat no ha dejado de fabricarse ni de evolucionar, tanto en el plano técnico como en el estético. Debido a su papel fundamental dentro de la colección de Breitling, fue el primer modelo en incorporar el calibre 01 de manufactura propia de Breitling en 2009.
En 2020, la colección Chronomat se rediseñó, pero mantuvo los códigos estéticos característicos del modelo original. Con el regreso del brazalete «Rouleaux», el Chronomat logró tender un puente entre el legado y la innovación, consolidándose como reloj verdaderamente polivalente.