Breitling Chronométrie

Historias

Con motivo de nuestro 140 aniversario, iremos publicando mensualmente relatos que narran las innovaciones más pioneras de Breitling. Estas historias se adentran en las historias jamás contadas que se esconden tras nuestros hitos y narran los avances que transformaron la industria relojera. Cada uno de ellos ofrece una visión de los momentos cruciales que han dado forma a la marca desde 1884.

01

Aerospace

02

Navitimer

03

Cosmonaute

04

Chronomat

05

Superocean

06

Avenger

07

Calibre B19

08

Project 99

09

Chronométrie

10

Emergency

Stories - Breitling Chronometrie
Stories - Breitling Chronometrie

Breitling Chronométrie

Breitling Chronométrie: el compromiso por ser los primeros con un 100 % de certificaciones COSC

En 1999, Breitling se convirtió en el primer fabricante de relojes suizo en tomar la valiente decisión de que cada uno de sus relojes (tanto mecánicos como de cuarzo) fuera certificado como cronómetro.

Con esta medida se pretendía certificar la facturación de los relojes como “instrumentos para profesionales”, el lema de la marca por aquella época; una pretensión valiente porque no es fácil cumplir los requisitos. Para obtener la certificación del Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC), cada movimiento debe someterse a pruebas durante 15 días, en cinco posiciones, a tres temperaturas diferentes.

Al final de esta exhaustiva serie de pruebas, hay que comprobar que los movimientos mecánicos sean capaces de mantener la hora con una precisión de entre -4/+6 segundos al día e inferior a medio segundo al día en el caso de los de cuarzo. Solo el cinco por ciento de los relojes que se producen en Suiza cuentan con la certificación como cronómetro. La decisión de Breitling de someter a prueba cada reloj también significaba diseñar su ingeniería de producción de acuerdo con los estándares del COSC, lo cual iba a requerir unas instalaciones de fabricación punteras.

En 2001, el entonces propietario, Theodore Schneider, construyó la Breitling Chronometrie, una inversión que garantizaba el cumplimiento de su compromiso. Las instalaciones se diseñaron para combatir dos de los principales enemigos de la exactitud: la humedad y el polvo. Gracias a los sistemas de ventilación de calidad sanitaria, el aire se renueva cada 10 minutos para crear un ambiente donde la precisión es primordial.

En la actualidad, los estándares internos de Breitling para sus movimientos de manufactura sobrepasan incluso los estrictos criterios del COSC. En efecto, el protocolo de pruebas de envejecimiento de 16 años incluye aproximadamente 60 000 golpes a 500 G, más de 100 000 vueltas de corona, millones de giros de la masa oscilante y casi 6000 pruebas de los pulsadores de cronógrafo.

Después de 10 meses de pruebas, cada reloj de Breitling emerge con aproximadamente mil comprobaciones en su haber. ¿Puede parecer excesivo? Quizás. Pero, para Breitling, es solo un día de trabajo más.